Mueble flotante en la dársena de Valladolid. Desarrollo de idea escogida.
Surge la idea de combinar los módulos y las formas orgánicas de Alvar Aalto, pero sustituyéndola por la silueta del mapa de Castilla la Vieja y Castilla la Nueva del siglo XIX, cuando se estaba construyendo el Canal de Castilla.
Al ser de diferentes tamaños, cada uno podría estar pensado para acoger a un número distinto de personas, mientras que al conectarse se pueda crear un único espacio.
Esto genera el problema de la unión entre ambas. Se propone que solo una de los módulos tenga puerta de entrada y que el otro posea una terraza sin muro. La terraza sin muro tendría un quitamiedos que funcionaría como enganche colocándose bajo el otro módulo, utilizando la puerta de éste, que se desplaza sobre raíles, como clavo que uniera los dos módulos enganchándolos.
Se propone que el muro tenga distintas alturas dependiendo de su uso, además de un banco corrido.
Para la cubierta se propone triangular todo el borde con una estructura metálica que sujete un techado de tela, sin embargo esta propuesta no permite la conexión cuando se junten los dos módulos. Aunque se abriesen las puertas, crearía la sensación de que existieran dos espacios separados, y no es el ambiente que se busca, sino el de crear un único espacio común.
Finalmente se propone que las estructuras metálicas existan tan solo en ciertos puntos, y que se pueda colocar sobre ambos módulos una única tela en caso de unirlos.
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